Millones de niños en seis estados que son elegibles para los beneficios de comida de verano respaldados por el gobierno federal no los recibirán hasta justo antes de que empiece la escuela. Y en Delaware, Montana, y Nevada, medio millón de niños no los recibirán hasta que empiece el nuevo año escolar.
El EBT de verano, también conocido como SUN Bucks, brinda a las familias con bajos recursos $120 por cada niño en edad escolar para comprar alimentos durante el verano. Es un ejemplo inusual de un programa de la época de la pandemia que el congreso hizo permanente, y la mayoría de los estados lo están ofreciendo por primera vez este año.
Pero el programa ha sido perjudicado por retrasos y problemas para lanzarlo. Algunos estados han identificado cientos de miles de niños más que son elegibles para el EBT de verano de lo que esperaban en un principio. Esto ha acentuado la necesidad generalizada de asistencia alimenticia y reforzará el impacto del programa. Pero también es complicado poner en marcha el programa. Estos problemas han dejado a familias que inicialmente se les había dicho que la ayuda llegaría antes luchando para llegar a fin de mes.
Muchos estados y escuelas hicieron tan poco para promocionar el EBT de verano que las familias no tienen ni idea de cuándo o cómo recibirán sus beneficios.
“Esto daña a familias que contaban con que el beneficio sea depositado para una fecha determinada, y ahora tienen que esperar varias semanas o meses,” dijo Kelsey Boone, que monitorea el lanzamiento del EBT de verano para la organización sin ánimo de lucro Centro de Investigación y Acción Alimentaria.
Sin embargo, muchos estados pudieron iniciar sus programas a tiempo. Los funcionarios dicen que la ayuda que ha llegado a las familias está marcando una diferencia, especialmente cuando los precios de los alimentos siguen estando altos. Las familias tienen cuatro meses para gastar los beneficios, incluso si llegan retrasados.
Ha habido “una respuesta muy numerosa a este programa,” dijo Boone. “Realmente muestra lo mucho que tantas familias necesitan este programa.”
Los tres niños de Felina Romero desayunan y almuerzan gratis en la escuela. Pero durante el verano, los beneficios de comida se acaban a mediados de mes. El cereal y el jugo que ella consigue del banco de alimentos generalmente duran sólo unos días.
La mamá de Colorado había planeado usar su EBT de verano para comprar agua embotellada y snacks para ayudar a que sus niños estén saciados.
Pero tras semanas de llamadas a la línea de ayuda de su estado — “Se ha retrasado, se ha retrasado,” oía que le decían repetidamente — Romero recientemente se enteró que hay familias que no recibirán sus beneficios hasta agosto, cuando muchas escuelas ya retoman sus clases.
“Si nos lo hubieran dado durante el verano,” ella dijo, “nos habría ayudado tanto.”
El EBT de verano se originó en la ayuda durante la pandemia
Los defensores de la lucha contra el hambre por mucho tiempo han considerado el verano una de las épocas más difíciles para llegar a los niños.
Muchas escuelas sirven comidas gratuitas en el verano. Pero a los padres les cuesta llegar a ellas, porque están muy lejos o están abiertas sólo durante horas laborales. Las familias que dependen de los bancos de alimentos dicen que a menudo no encuentran los productos básicos que sus niños necesitan, como leche. Y frecuentemente, la comida está casi vencida.
El EBT de verano permite a las familias hacer las compras por cuenta propia — y forma parte de una tendencia de la época de la pandemia para proporcionar a las familias ayuda más directa.
“Los padres y sus familias son los únicos que saben que es lo mejor para ellos y para sus hijos — lo que realmente van a comer, lo que son capaces de comer,” dijo Hope Lane-Gaven, que dirige políticas de nutrición y los programas para la Asociación de Bancos de Comida de Ohio, el cual está ayudando a pasar la voz acerca del EBT de verano. “La mayor parte de los bancos de comida no pueden adaptar una caja a un niño que no consume gluten.”
El EBT de la pandemia, que fue lanzado cuando las escuelas estaban cerradas, ayudó a establecer el trabajo preliminar. Los estados notaron que a las familias les gustaba el programa, y ayudaba a que las agencias establecieran nuevos sistemas que ahora están ajustando para el EBT de verano.
Treinta y siete estados se inscribieron para poner en marcha el EBT de verano este año, mientras que los otros 13 estados optaron por no hacerlo. Algunos gobernadores republicanos se opusieron a proporcionar a las familias más asistencia gubernamental. Otros estados dijeron que no tenían ni los fondos ni la capacidad de poner en pie un nuevo programa en un par de meses.
Por qué los beneficios del EBT de verano están llegando tarde
Se suponía que los estados que decidieron participar debían empezar a distribuir los beneficios cuando la mayor parte de las escuelas terminaban las clases y empezaban las vacaciones de verano. Pero muchos estados señalaron complicaciones que hicieron que los beneficios no se distribuyeran a tiempo.
En Montana, un contratista externo desistió a último momento. En Nevada, la legislatura no aprobó la financiación para los costos administrativos hasta junio. En Pennsylvania e Illinois, los funcionarios dijeron que se necesitó tiempo para desarrollar nuevos sistemas, y que los beneficios se distribuirán más temprano el año que viene.
Colorado tuvo que contratar a un equipo nuevo e identificar a niños que automáticamente cumplían con los requisitos para el EBT de verano debido a su participación en otros programas, como el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria y el programa de comidas escolares gratuitas y a precio reducido.
Colorado terminó identificando a 550.000 niños que cumplían con los requisitos para el EBT de verano — unos sorprendentes 190.000 más de los que el estado había calculado inicialmente.
Fue un “problema muy afortunado,” dijo Laura Kriebel, que supervisa el programa para la Oficina de Seguridad Económica de Colorado, pero también un “gran esfuerzo.”
Por ejemplo, el estado tuvo que trabajar con las escuelas para obtener domicilios actualizados y llevar a cabo chequeos de datos para asegurarse de que no enviaran beneficios duplicados.
También tuvo que establecer un proceso de aplicación para las familias que no cumplían los requisitos automáticamente por medio de otros programas. Esto representó un gran cambio con respecto a la EBT de la pandemia, la cual no tenía una aplicación.
El estado empezó a enviar cartas la semana pasada informando a las familias si cumplían los requisitos. Las tarjetas de beneficios podrían llegar a fin de mes. Pero es posible que las familias tal vez no las reciban hasta mediados de agosto, cuando muchos estudiantes ya habrán vuelto a la escuela.
“Me doy cuenta de lo difícil que es la pregunta de Colorado de: ¿A dónde están mis beneficios?” dijo Kriebel. “Pero solo estamos intentando ser considerados ya que el primer año del programa tiene muchos desafíos para distribuir los beneficios correctamente.”
Cómo algunos estados han puesto en marcha el de EBT de verano correctamente
Carolina del Norte es uno de alrededor doce estados que ha exitosamente distribuido beneficios a principios del verano. El estado identificó unos 266.000 niños elegibles adicionales, sin embargo distribuyó los beneficios a mediados de junio.
Madhu Vulimiri, subdirectora del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte, atribuye la capacidad del estado a cumplir los plazos a la “comunicación constante” entre el estado y el emisor de beneficios. Fallos en la comunicación contribuyeron a retrasos en otros ámbitos.
Las relaciones establecidas durante el EBT de la pandemia con la agencia de educación de Carolina del Norte y la Banda del Este de Indios Cherokee ayudaron a que los datos de los estudiantes llegaran rápidamente a los Servicios de Salud y Humanos.
Y fundamentalmente, Carolina del Norte dio el paso adicional de identificar a familias que probablemente cumplirían los requisitos pero necesitaban llenar papeles. Luego, el estado les envió invitaciones para aplicar por mensaje de texto, email, y por teléfono en junio — algo que otros estados no hicieron.
“Hemos visto una buena respuesta” dijo Vulimiri. “Dado que es el primer año, nosotros queríamos asegurarnos de que se corriera la voz e intentar minimizar las chances de haber salteado a alguien.”
En Arizona, la planificación inicial ayudó al estado a proporcionar beneficios para aquellas familias que automáticamente cumplían los requisitos mediante el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) u otros programas a comienzos de junio. Para los niños que necesitaban una nueva tarjeta, el estado también decidió agrupar los beneficios por familia, lo cual aceleró los tiempos de envío.
“Si se demora demasiado tiempo, antes de que te des cuenta, el verano llega y nadie se compromete a llevar a cabo el programa,” dijo Ernest Baca, un administrador adjunto del Departamento de Seguridad Económica de Arizona.
Ahora, una gran meta es asegurarse que las familias sepan que sólo tienen 122 días para gastar los beneficios de EBT de verano una vez que los reciben — un plazo más corto que otros tipos de ayuda alimenticia.
Eso es especialmente importante después de que cientos de millones de dólares en ayuda del EBT de la pandemia se vencieron sin ser gastados, según datos recopilados por el especialista en educación David Rubel. Frecuentemente esto fue porque las familias nunca habían recibido sus tarjetas, o habían tenido problemas para utilizarlas.
Para evitar esa situación, Colorado estableció un sistema para ver cuales familias todavía tienen que gastar su ayuda y enviará recordatorios antes de que se venza el EBT de verano, dijo Kriebel.
En el futuro, funcionarios del país entero dicen que sus estados proyectan emitir los beneficios antes. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos anunció recientemente que otorgaría $100 millones en subvenciones para ayudar a los estados y a las naciones tribales a modernizar sus sistemas tecnológicos para que el EBT de verano funcione de manera más eficaz.
Las familias que aún esperan sus beneficios dicen que tienen la esperanza que los estados puedan hacerlo mejor en el futuro.
Esto incluye a Stephanie Hall en Nuevo México. Su estado no tiene previsto enviar los beneficios de EBT de verano hasta principios de agosto — justo antes de que la mayor parte de los niños de Nuevo México vuelvan a la escuela. La ayuda hubiera sido especialmente útil para comprar snacks para su hija de 15 años, que es pre-diabética y necesita comer cada varias horas para regular su nivel de azúcar en la sangre.
“En realidad estoy luchando para mantener a mi familia,” dijo Hall. “Nos decepcionaron.”
Kalyn Belsha es reportera nacional de educación basada en Chicago. Puede ponerse en contacto con ella enviando un correo electrónico al: kbelsha@chalkbeat.org.
Traducido por Flavia Melia Franco