Los estudiantes inmigrantes están aumentando en Chicago. ¿Las escuelas están preparadas para ellos?

Los estudiantes participan en un programa de Escuelas Comunitarias Sustentables en Brighton Park Elementary, una escuela donde más de la mitad de los estudiantes son estudiantes de inglés. (Christian K. Lee for Chalkbeat)

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¿Mami, estamos en casa?

Eso es lo que escuchó Baltazar Enríquez el año pasado mientras repartía comida a migrantes en Union Station: Quien hizo la pregunta fue una pequeña niñita: “Mami, ¿estamos en casa?” 

“Estaba a punto de darle unas manzanas”, dijo él. “Su pregunta me impactó. Entonces recordé que yo le hice la misma pregunta a mi mamá cuando llegamos”. 

El momento hizo que Enríquez, presidente del Little Village Community Council, se remontara a cuando tenía 3 años y emigró de México a Chicago.

“La respuesta fue la misma: sí, estamos en casa”, dijo Enríquez. “Así que ahora que están aquí, y que están haciendo de Chicago su casa, ¿cómo les ayudamos para asegurarnos de que entienden el sistema?”

Esa niñita era sólo una de los miles de nuevos inmigrantes que estaban llegando a la ciudad. El pasado agosto, el gobernador de Texas, Greg Abbott, empezó a enviar inmigrantes en autobús a Chicago y otras ciudades santuario, una medida que algunos demócratas, incluido el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, tildó de truco político. Desde entonces, más de 12,000 inmigrantes han llegado a Chicago, muchos de ellos en busca de asilo.

Las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) no dijeron exactamente cuántos estudiantes inmigrantes se han incorporado al distrito. Sin embargo, CPS experimentó un aumento de poco más de 5,400 estudiantes de inglés durante el año escolar pasado, según los datos de matrícula obtenidos por Chalkbeat. 

Gabriel Páez, que empezó a trabajar en el distrito hace una década, dijo que nunca había visto una llegada de estudiantes de este nivel. Actualmente trabaja como coordinador bilingüe en una escuela primaria de Humboldt Park y preside el Comité de Educación Bilingüe del Chicago Teachers Union.

“Tenemos que tratarlo con la urgencia que merece”, dijo. “Los maestros que están intentando prepararse para el próximo año escolar tienen que estar listos para que continúe la ola de llegadas”.

En un comunicado, un portavoz de CPS dijo que el distrito trabaja con cada estudiante para “identificar las necesidades de apoyo sin importar su país de origen”. Pero múltiples maestros y defensores de los inmigrantes afirman que muchos estudiantes terminan sin los recursos adecuados.

Antes de que empiece el año escolar, Chalkbeat Chicago analizó los datos de matrícula y dotación de personal para examinar el panorama de aprendizaje para estos niños. Estos son los puntos clave. 

El año pasado la cifra de estudiantes de inglés aumentó en más de 5,000 estudiantes

El distrito determina quiénes son estudiantes de inglés evaluando el dominio de inglés de los estudiantes que proceden de hogares donde no se habla ese idioma.. El aumento en los estudiantes de inglés es contrario a la tendencia general de reducción en la matrícula en CPS.

El aumento del año pasado elevó la cifra total de estudiantes de inglés en el distrito a más de 77,000 el 7 de junio, el último día del año escolar 2022-23. Según estos datos, los estudiantes de inglés representan casi una cuarta parte de la población estudiantil total de CPS. 

Es difícil saber cuántos son inmigrantes recién llegados. Los funcionarios del distrito señalan que algunos estudiantes pueden emigrar y ya hablar inglés; otros estudiantes quizás hablan un idioma que no es inglés y son clasificados como “estudiantes de inglés” sin haber emigrado recientemente a Chicago. Por lo tanto, el aumento en estudiantes de inglés no refleja necesariamente la cifra real de estudiantes inmigrantes, pero puede ofrecer una aproximación del tamaño de esa población.

Niños con las mochilas que recibieron en un evento de regreso a la escuela en 2022. Al matricularse, los estudiantes pasan por una evaluación para determinar si hablan otro idioma que no es inglés.  (Colin Boyle / Block Club Chicago)

Cuando una escuela matricula a 20 o más estudiantes con el mismo idioma de origen, la ley estatal requiere que la escuela establezca un programa de Educación Bilingüe de Transición, o TBE. Los programas TBE a tiempo completo requieren que los educadores enseñen las asignaturas básicas tanto en inglés como en la lengua materna de los estudiantes. La escuela también tiene que proporcionar enseñanza del inglés como segundo idioma. 

El estado monitorea los programas bilingües para determinar si cada escuela está cumpliendo los requisitos. Un análisis de WBEZ en 2020 encontró que más de un 70% de los programas bilingües de las escuelas se quedaron cortos según las evaluaciones del propio distrito.

Pero es complicado cuadrar los datos de matrícula de los estudiantes de inglés con la cantidad de personal que realmente enseña educación bilingüe.  

Los maestros bilingües designados se reducen, pero las acreditaciones bilingües aumentan

Páez dijo que muchas escuelas tienen personal que puede hablar con los estudiantes de inglés en su idioma natal y apoyarlos, pero que eso no sustituye un programa bilingüe. En el año pasado, dijo, muchas escuelas han estado operando con un plan de emergencia para atender las necesidades de los estudiantes. 

“Eso quizás ayuda a un niño que necesita traducción, a un niño que necesita ayuda para pasar de un salón a otro, o para saber cómo es el edificio escolar”, dijo. “Si tenemos empleados que no son maestros certificados, entran a los salones, y se espera que eso sea la forma para lograr que un niño participe, eso no es lo que él o ella necesita”.

Según un portavoz de la Junta de Educación del Estado de Illinois, para enseñar a los estudiantes en su idioma materno se requiere que el maestro o maestra cuente con una acreditación bilingüe. Otro tipo de acreditación — la certificación de maestro de inglés como segundo idioma — permite que un educador con licencia les enseñe inglés a personas cuyo idioma materno no es inglés, dijo el portavoz.

Un programa de Educación Bilingüe de Transición tiene que lograr ambas cosas: enseñarles a los estudiantes en su idioma materno, y enseñarles inglés. 

Los datos disponibles públicamente e internos sobre la contratación de personal muestra una combinación de cosas en las Escuelas Públicas de Chicago. La cantidad de maestros designados como bilingües ha disminuido desde 2015. 

Pero según el distrito, en los datos de contratación del CPS se refleja que no todos los educadores que dan clases bilingües han sido designados como maestros bilingües. Este análisis tampoco incluye las escuelas chárter ni las de contrato, porque el distrito no llega cuenta de toda la información de contratación de estas escuelas. 

La mayor parte de esa reducción se debe a la disminución en el número de puestos de maestros bilingües a tiempo parcial, según un análisis de datos hecho por Chalkbeat.  

Mientras tanto, en octubre de 2022 más de 6,000 maestros tenían acreditaciones en Educación Bilingüe o Inglés como Segundo Idioma (ESL).

Los maestros pueden obtener estas acreditaciones tomando cursos y mediante experiencia docente. Las acreditaciones en educación bilingüe también requieren que el maestro obtenga un diploma en un idioma que no sea inglés o pase un examen de dominio de ese idioma.

Sin embargo, no está claro cuáles de estos maestros utilizan activamente sus acreditaciones en el salón de clases. 

El número de maestros con acreditación ha aumentado en los últimos años. El distrito subsidia parcialmente el costo de las acreditaciones de ESL y educación bilingüe, una disposición en el contrato actual del sindicato de maestros de Chicago (Chicago Teachers Union). 

Ben Felton, jefe de talento de CPS, dijo que el distrito tiene como objetivo seguir aumentando la cifra de maestros con acreditaciones. 

CPS también usa su programa de Residencia Docente para capacitar a maestros bilingües durante un año, atrayendo a personas que quieren cambiar de profesión o a personal de CPS que desea transferirse a un puesto de enseñanza.

“Nuestro programa de Residencia Docente es nuestra forma más segura de invertir en personal bilingüe para asegurar que se conviertan en maestros bilingües”, afirma Felton. “Este año también hemos sentido esta sensación de urgencia, sabiendo que hay recién llegados y necesitamos talento bilingüe, y estamos invirtiendo en eso”.

También es posible que haya personal en las escuelas que habla otro idioma, pero no cuenta con ninguno de estos títulos o acreditaciones. 

Los servicios bilingües varían según la escuela y el idioma

La oleada más reciente de inmigrantes a Chicago procede principalmente de Venezuela, donde una crisis humanitaria y económica ha expulsado del país a millones de personas. El idioma oficial de Venezuela es español, pero los estudiantes están llegando a las escuelas con una gran variedad de idiomas y trasfondos culturales. 

Por eso, incluso en los barrios donde hay más recursos en español y escuelas con más personal bilingüe, todavía hay retos, afirma Enríquez, el organizador de Little Village, una comunidad predominantemente mexicanoamericana. 

Por ejemplo, dijo él, algunos estudiantes migrantes recientes hablan Kʼicheʼ, un idioma hablado por algunos indígenas de Guatemala, y estos estudiantes tienen que desenvolverse en la escuela sin mucho apoyo. Páez también señaló que los estudiantes llegan hablando Kichwa o quechua, el idioma indígena más hablado en las Américas. 

El estado también requiere que los programas bilingües enseñen a los estudiantes la historia y la cultura de sus países de origen. Este tipo de currículo es crucial, dijo Andrea Ortiz, directora de organización del Brighton Park Neighborhood Council.  

“Como distrito, tenemos que encontrar la manera de invertir y escuchar a nuestros maestros e incorporarlos en la creación de un currículo culturalmente relevante que hable del aumento de familias que se están mudando a la ciudad”, dijo. “Muchas de las familias que vienen son de Venezuela, y hay grandes diferencias culturales entre los venezolanos y otros latinos que están aquí”. 

La traducción del currículo también puede ser un problema. El currículo universal opcional Skyline del distrito cuenta actualmente con cursos  de ciencias sociales e historia universal traducidos a español para estudiantes desde PreKinder hasta octavo grado. CPS tiene planes de empezar cursos de matemáticas en español a finales de este mes. Este otoño, el distrito dijo que CPS comenzará a desarrollar clases de la lengua española.

Pero eso no resuelve las necesidades de aprendizaje de todos los estudiantes, dijo Kathryn Zamarron, maestra de música en CPS. 

“No lo tenemos en urdu, en árabe, en amárico, en vietnamita”, dijo. “Ni siquiera es suficiente en español”. 

La maestra sustituta a tiempo completo de CPS, Rebekah Amaya, dijo que los servicios bilingües son necesarios para los niños recién llegados, pero que también ayudarán a otros estudiantes. Ella trabaja en una escuela de Brighton Park, una comunidad predominantemente hispana y latina del Southwest Side.

“Va a beneficiar a los estudiantes que ya han carecido de esos recursos durante mucho tiempo, especialmente aquí en el South Side”, dijo ella. “Esto solo crea un catalizador para que trabajemos más duro para mejorar y aumentar nuestros servicios bilingües”.

Se necesitan servicios de apoyo para trauma y de salud mental

Amaya dijo que las escuelas pueden ser algo más que un lugar de aprendizaje: también son un medio para que los estudiantes se conecten con apoyo social, como comidas gratuitas y servicios de salud. Ella es voluntaria en la estación de policía del Distrito 9 y dice que en su inmensa mayoría, los padres esperan que sus hijos reciban servicios de salud mental en las escuelas. 

Pero Amaya también dijo que no todas las escuelas tienen suficientes recursos para satisfacer esa necesidad, por lo que los planes de matrícula necesitan ser intencionales. 

“A la larga, va a ser más beneficioso para los estudiantes y su entorno y su salud mental enviarlos a escuelas que puedan recibirlos y sí tengan esos servicios para ellos”, dijo Amaya. 

En los últimos años, CPS ha duplicado la cantidad de trabajadores sociales y en el último expediente público de contratación ha presupuestado más de 630 puestos de trabajo social. El distrito también asignó $13 millones en nuevos fondos para enfermeras escolares, trabajadores sociales y administradores de casos en su presupuesto para el año fiscal 2024.

Pero según un análisis de Chalkbeat de la lista proporcionada por el distrito que muestra los maestros con acreditación en agosto, solamente un trabajador social tiene acreditación bilingüe o de ESL. Aproximadamente un 5% de los más de 800 consejeros del distrito y un 28% de los más o menos 250 administradores de casos tienen acreditación en educación bilingüe o de ESL; algunos quizás tengan ambas.

Los estudiantes inmigrantes tienen derecho legal a matricularse, pero aún pueden enfrentar inestabilidad

Este verano, CPS puso en marcha un centro piloto de bienvenida en la Roberto Clemente Community Academy, abierto a los estudiantes inmigrantes que viven en las comunidades de West Town y Humboldt Park. Las familias pueden matricular a sus hijos en CPS, y también conectarse con atención médica, apoyo de idioma y recursos de transporte.

Ese centro de bienvenida es un paso en la dirección correcta, dijo Amaya. Pero dijo que muchas más comunidades necesitan esos servicios. Ella dijo que una buena solución podría ser tener equipos móviles de matrícula, sobre todo teniendo en cuenta los problemas de vivienda y transporte a los que se enfrentan las familias. 

“Muchas familias han tenido que viajar en dos o tres autobuses — durante varias horas — para llegar a un trabajo o a un centro médico”, nos dijo. “Es más importante ir a donde las familias están y hacérselo un poco más fácil”.

El alcalde Brandon Johnson habla en una conferencia de prensa en la Roberto Clemente Community Academy antes de la apertura del centro de bienvenida para familias recién llegadas a las Escuelas Públicas de Chicago. Este centro piloto atiende a las comunidades de West Town y Humboldt Park. (Colin Boyle / Block Club Chicago)

CPS trabaja con el Departamento de Servicios Humanos de Illinois y el Departamento de Familia y Servicios de Apoyo en los refugios para coordinar la matrícula de algunos estudiantes en refugios y hoteles, según el distrito. 

Pero para las familias que están durmiendo en el piso de estaciones de policía y albergues, sin saber cuándo podrán vivir de forma permanente en otro lugar, matricular a sus hijos puede ser intimidante. Todas tienen la misma pregunta: ¿Qué ocurre si se matriculan en una escuela y luego se mudan al otro lado de la ciudad o hasta fuera de Chicago? 

Según las leyes federales, los estudiantes en situación de residencia temporal tienen derecho legal a matricularse, aunque carezcan de los documentos necesarios, como prueba de residencia o historial médico. 

Una vez matriculados, los niños también tienen derecho a permanecer matriculados en la misma escuela durante todo el año escolar y a recibir transporte, aunque se muden a otro lugar. 

Pero permanecer en la misma escuela podría no ser algo práctico para todos los estudiantes. Zamorran, maestra de música en CPS, también trabaja como voluntaria en los distritos policiales del South Side, y dijo que la amenaza constante de mudarse afecta a los estudiantes. La idea de trasladar a un niño — después del largo viaje que ha tenido que soportar y después de matricularlo por fin en una escuela — puede ser dolorosa, nos dijo. 

“Existe esta gran pregunta de: ¿Es esto otro trauma para mi hijo?,” dijo ella. “O sea, decirles: ‘Esta es tu comunidad y tú perteneces aquí’, ¿y luego sacarlos de ahí?”

Se necesita educación, recursos y vivienda, pero, según los defensores, también se necesita un hogar. 

Enríquez — el organizador de Little Village — recuerda lo importante que fue ese sentimiento de hogar cuando de niño se mudó de México a Chicago. Por eso, Enríquez dijo que él y otros organizadores continuarán presionando al distrito y a la junta escolar para que les den suficientes recursos y apoyo a los recién llegados.

“Vamos a luchar para asegurar que tengamos una educación de calidad y una representación racial equitativa”, dijo Enríquez. “Y si no nos invitan a la mesa, traeremos nuestras propias sillas plegadizas”.

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