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El mes de octubre marca el inicio de la temporada para solicitar ayuda financiera y uno de los períodos más importantes para determinar si un estudiante de secundaria irá a la universidad.
La Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes (Free Application for Federal Student Aid, o FAFSA), cuyo plazo de solicitud comenzó el 1 de octubre, ayuda a los estudiantes a calificar para obtener grants y préstamos federales o becas para pagar por la universidad. Llenar la FAFSA ayuda a los estudiantes a darse cuenta de que la universidad es una opción, dijo la directora ejecutiva del Departamento de Educación Superior de Colorado, Angie Paccione.
Alrededor de un 85% de los estudiantes que van a la universidad llenan la FAFSA, dijo.
“Sabemos que, si vas a ir a la universidad, completas esa FAFSA porque quieres asegurarte de obtener todo el dinero que puedas”, dijo Paccione. “Al mismo tiempo, los estudiantes que la llenan se dan cuenta de a qué escuelas pueden ir porque saben cuánto dinero van a tener disponible”.
El shock del precio de la matrícula es una de las principales razones por las que los estudiantes que quieren ir a la universidad acaban por no hacerlo. Sin embargo, para los estudiantes provenientes de familias de ingresos medios y bajos, el costo real de matrícula resulta ser mucho menor después de aplicar la ayuda financiera.
Llenar la FAFSA ayuda a los estudiantes y a las familias a tener una idea realista de lo que podría costar la universidad. Además, ayuda a los estudiantes y a las familias a decidir de manera informada si podrán afrontar ese gasto.
Los estudiantes y las familias tienen hasta el 30 de junio para presentar la FAFSA a fin de recibir ayuda para el próximo año universitario. Mientras más temprano los estudiantes y las familias envíen la solicitud, más fácil será resolver cualquier problema que pueda surgir.
A menos que un estudiante califique como independiente, los que tienen 24 años o menos probablemente tendrán que llenar el formulario con la información de su familia. También hay opciones para los estudiantes que no tienen la información de su familia o que son indocumentados.
Colorado ha luchado durante años para que los estudiantes llenen el complicado formulario. El año pasado, solo un 46% de los estudiantes que se graduaron de secundaria en el estado completaron la FAFSA, un porcentaje muy por debajo del promedio nacional del 57.5%.
El estado se ha enfocado más en aumentar esas cifras educando sobre el tema de ayuda financiera y requiriendo que las escuelas les notifiquen a los padres y a los estudiantes las ventajas de llenar la FAFSA. Esto es parte de un plan a largo plazo para que el porcentaje de estudiantes que completan la FAFSA en Colorado aumente a un 80%. Un grupo de trabajo también ha pedido que el formulario se convierta en un requisito para graduarse de la secundaria.
A continuación, los expertos en ayuda financiera ofrecen varios consejos para llenar el formulario.
Empieza el proceso ahora, aunque no sepas si vas a calificar.
Joe Donlay, Director de Ayuda Financiera de la Universidad Estatal de Colorado, aconseja que las familias y los estudiantes no esperen para llenar la solicitud.
El proceso de llenar el formulario puede llevar tiempo, ser abrumador, y a veces, parecer invasivo. El formulario pide una serie de datos financieros, como documentos de impuestos y los saldos en cuentas bancarias de cheques y de ahorro. El gobierno federal también podría darle seguimiento, y esto incluye pedir documentos adicionales.
Al final, el proceso puede valer la pena, porque abre a los estudiantes a una variedad de dinero para ir a la universidad, dijo Donlay.
Él aconseja que las familias llenen el formulario aunque sientan incertidumbre. Aunque el gobierno federal no les conceda dinero a los estudiantes y sus familias, alguien más podría hacerlo.
Sin la FAFSA, es posible que los estudiantes no tengan acceso a dinero gratuito, como grants o becas para ir a la universidad. Además, dijo Donlay, algunos podrían también calificar para préstamos de poco o ningún interés para pagar por la universidad.
“La FAFSA es realmente la clave”, dijo Donlay.
Donlay dijo que, para empezar, los estudiantes y las familias deben visitar FAFSA.gov. El sitio web federal explica con detalles cómo iniciar el proceso.
Las familias y los estudiantes cuentan con ayuda.
Sin embargo, no deberían pensar que tienen que enfrentar el proceso por su cuenta.
Ellos pueden preguntarles a los orientadores de secundaria qué documentos deben tener a la mano. Los padres y los estudiantes también deben estar atentos a eventos nocturnos de ayuda financiera organizados por las escuelas secundarias; en estos eventos podrán obtener ayuda adicional o hacer preguntas. Y pueden hacer listas de verificación para mantenerse organizados.
Los orientadores y los expertos en ayuda financiera también pueden facilitar el proceso hablando con las familias sobre la importancia de la FAFSA, poniéndoles en contacto con talleres y dándoles seguimiento.
Diana Madriz, directora asistente de acceso a la universidad en la Denver Scholarship Foundation, dijo que cuando trabaja con familias, para hacer el proceso lo más fácil posible suele preguntar sobre la vida en el hogar y lo que se aplica y no se aplica a los estudiantes.
Por ejemplo, si un estudiante o sus padres no son ciudadanos estadounidenses, es probable que necesiten ayuda para llenar los formularios de ayuda financiera y que deban consultar a un experto.
Sin embargo, la ciudadanía o el estatus legal de los padres no afectan que un estudiante obtenga ayuda financiera. El formulario no hace esa pregunta sobre los padres.
Madriz dirige a los estudiantes que no están aquí legalmente a la Solicitud de Ayuda Financiera del Estado de Colorado (Colorado Application for State Financial Aid, CAFSA). Esos estudiantes no son elegibles para la FAFSA porque ésta requiere contar con estatus legal en Estados Unidos, pero ellos de todos modos podrían obtener alguna ayuda a través de la CAFSA.
Al final, Madriz dijo que una gran parte de llenar el formulario es aliviar los temores y las preocupaciones y contestar muchas preguntas sobre las circunstancias individuales.
“Hemos tenido situaciones en las que creo que las familias sienten temor a compartir información”, dijo Madriz. “Pienso que es importante que nunca hablemos en términos absolutos, porque las cosas cambian todo el tiempo. Pero creo que podemos compartir lo que sabemos con las familias”.
Los orientadores tampoco deben tener miedo de hacer preguntas o pedir ayuda
Cuando se trata de finanzas, la situación de cada familia es diferente.
Cendy De la Torre, gerente de eventos de Denver Scholarship, dijo que los orientadores pueden hacer preguntas de manera cuidadosa a fin de fomentar la confianza de las familias o los estudiantes que podrían mostrarse reacios a llenar el formulario.
Ella agregó que preguntar sobre la situación legal, o si los miembros de la familia están distanciados, puede ser un tema difícil. Por eso, dijo que fomentar confianza es un elemento esencial para ayudar a las familias o a los estudiantes a llenar la solicitud. Su consejo es que los orientadores hablen en términos hipotéticos en lugar de hacer preguntas directas, permitiendo que los estudiantes y las familias sean quienes tomen la iniciativa de hablar sobre sus circunstancias.
Añadió también que los educadores y orientadores no son los únicos que ayudan a las familias. “Somos muchos los que pasamos por esos mismos retos”, agregó.
Madriz y De la Torre dijeron que a menudo se encuentran con numerosas situaciones en las que no saben a ciencia cierta cómo ayudar a una familia con el formulario.
Donlay y los departamentos de ayuda financiera de las universidades de todo el estado están dispuestos a ayudar. Él dijo que los funcionarios de ayuda financiera de las universidades pueden recomendar cambios en las palabras usadas en el formulario o en las preguntas financieras específicas en relación con la familia. Los orientadores no deben dudar en trabajar con las universidades, dijo.
“Siempre animamos al estudiante o a la familia a comunicarse con la oficina de ayuda financiera. Así nosotros podemos ayudar a determinar cuál podría ser la respuesta o la solución según esas circunstancias particulares”, dijo.
Los orientadores y las familias no deben sentirse desanimados si no consiguen resolver un problema.
Natasha Garfield, directora de becas de DSF, dijo que hasta los funcionarios de ayuda financiera, que han hecho este trabajo durante años y han capacitado a otros, a veces se encuentran con situaciones que parecen no tener solución. Sea cual sea la situación, las familias y los estudiantes pueden estar seguros de que la ayuda está ahí, aunque no haya una solución clara.
“Siempre son cosas que tenemos que superar y dar el todo para solucionarlas”, dijo.
Jason Gonzales es reportero que cubre temas de educación superior y la legislatura de Colorado. Chalkbeat Colorado trabaja con Open Campus en la cobertura de temas de educación superior. Para comunicarte con Jason, envíale un mensaje a jgonzales@chalkbeat.org.