El primer día de la escuela de verano en Denver, seis niños que empezarán el primer grado tomaron un examen de deletreo. Usando lápices con gomas de borrar nuevas, deletrearon palabras como noche, jugo, pequeño y vecino.
“Número tres es la palabra — es un poco larga — ‘pequeño,’” dijo la maestra.
Una niña con espejuelos y un lazo grande color rosa miró el papel que tenía en frente y trató de hacer los sonidos.
“P–p-p-pequeño,” susurró en voz baja mientras escribía una “p” al lado del número 3.
Estos niños de 6 y 7 años están matriculados en el programa de educación bilingüe de las Escuelas Públicas de Denver, y por eso aprenden deletreo, lectura y matemáticas en español. Mientras van adquiriendo más destrezas académicas básicas, también aprenden inglés, y con el tiempo hacen la transición a una enseñanza que se da cada vez menos en español.
Los padres y educadores de Denver lucharon por este tipo de programa bilingüe — conocido como enseñanza de transición en el idioma nativo, o TNLI (transitional native language instruction) — y una orden de un tribunal federal requiere que el distrito lo ofrezca en cada escuela que tenga un mínimo de 60 estudiantes que hablan español y están aprendiendo inglés.
Sin embargo, los programas bilingües de Denver están enfrentando una gran amenaza: cada vez hay más escuelas con muy pocos estudiantes.
Los altos costos de vivienda y reducciones en las tasas de natalidad están reduciendo la matrícula en las escuelas públicas, y en especial en las comunidades históricamente latinas de Denver. Ha sido difícil llenar los salones de clase bilingües en las escuelas primarias, y los métodos alternativos, como combinar dos grados en un salón, no sirven bien los alumnos. El distrito ya había decidido cerrar cuatro programas pequeños TNLI — pronunciado “tin-li” — a principios de este año, pero después cambió de parecer.
El distrito también está considerando cerrar algunas escuelas completamente. Más de la mitad de las escuelas que cumplen los criterios recomendados para un posible cierre tienen programas TNLI. Esas 15 escuelas representan casi una cuarta parte de las 65 escuelas del distrito que tienen salones de clase bilingües.
Consolidar escuelas podría permitir programas más robustos, pero eso conlleva su propio costo.
“Esta escuela es parta de nuestra comunidad,” dijo Yuridia Rebolledo-Durán, madre de dos estudiantes de la Escuela Primaria Colfax, en una manifestación frente a la escuela el pasado mes de abril. “Es muy importante para nosotros como padres que nuestros hijos puedan hablar dos idiomas.”
Padres y maestros pelearon por educación bilingüe
Las investigaciones apoyan generalmente la eficacia de una educación bilingüe. En Denver, los estudiantes que aprenden inglés y adquieren dominio de ese idioma históricamente han tenido buenas puntuaciones en los exámenes estandarizados del estado. Los administradores de alto rango de las escuelas de Denver también apoyan esa idea.
“Nos entristece mucho el hecho de que la reducción en matrícula esté impactando nuestras escuelas bilingües,” dijo Nadia Madan Morrow, antigua maestra bilingüe que dirigió el programa de educación multilingüe del distrito hasta que fue recientemente promovida a Jefe de Asuntos Académicos, (CAO). “Estamos esforzándonos para determinar cómo ofrecer enseñanza en idioma nativo en las escuelas que están continuamente volviéndose más pequeñas.”
No obstante, ese no siempre ha sido el caso.
Algunos educadores castigaban a los estudiantes que hablaban español en clase, una práctica que terminó en feroces protestas. En 1980, un grupo local llamado Congress of Hispanic Educators demandó al distrito por violar los derechos de los estudiantes que están aprendiendo inglés.
La determinación del juez federal en ese caso fue en contra del distrito. En 1984, Denver entabló su primer decreto de consentimiento, un acuerdo legal de brindar educación bilingüe. Ese decreto se ha modificado dos veces.
La versión más reciente, en vigencia desde 2013, dice que el distrito tiene que ofrecer programas TNLI en las escuelas que tengan más de 60 estudiantes de habla hispana que estén aprendiendo inglés, emplear maestros bilingües calificados, y usar currículos y exámenes de alta calidad en español.
“Nuestros padres bilingües quieren que sus hijos sean bilingües,” dijo Kathy Escamilla, miembro del Congress of Hispanic Educators y profesora jubilada de la Universidad de Colorado de bilingüismo y alfabetización bilingüe, lo cual significa poder hablar, leer y escribir en dos idiomas. “Ellos quieren la oportunidad para que su cultura y su historia estén representadas.”
El decreto de consentimiento se aplica únicamente a los estudiantes que hablan español, y que representan la porción más grande de estudiantes que están aprendiendo inglés en Denver. Los demás estudiantes que están aprendiendo inglés reciben enseñanza totalmente en inglés, a veces con la ayuda de maestros o tutores que hablan su idioma. El árabe y el vietnamita son el segundo y el tercer idioma nativo más común.
La cantidad de estudiantes que están aprendiendo inglés en Denver ha subido y bajado durante una década, y lo mismo ha ocurrido con la cantidad de estudiantes inscritos en programas TNLI y el número de escuelas que los ofrecen.
En el pasado, el distrito revocaba el programa TNLI de cualquier escuela que tuviera menos de 60 estudiantes de habla hispana que estuvieran aprendiendo inglés, dijo Madan Morrow. Pero cuando el distrito trató de hacer esto el invierno pasado en cuatro escuelas primarias — Colfax, Cheltenham, Traylor y Schmitt — los miembros del Congress of Hispanic Educators pusieron resistencia.
Se acercan posibles cierres de escuelas
Tres de las cuatro escuelas han perdido tantos estudiantes, que están en riesgo de ser cerradas en el futuro cercano. Esto aumentó la preocupación de la comunidad de perder el TNLI.
Hace un año, la junta escolar electa en Denver aprobó una resolución que dice que los padres, maestros y otras personas deben ayudar a desarrollar un plan para consolidar las escuelas pequeñas. Las escuelas de Denver reciben fondos por cada estudiante, y las escuelas pequeñas batallan para poder pagar cosas como clases electivas y personal de salud mental.
El distrito hizo una lista de 19 escuelas que participarían en el proceso. La meta era que las comunidades en esas escuelas sugirieran ideas de cómo consolidar las escuelas.
Pero la lista causó pánico, y el Superintendente Alex Marrero la eliminó.
Cambiando la estrategia, el distrito este año seleccionó un comité asesor de la reducción en matrícula y le asignó definir los criterios para cerrar una escuela con poca matrícula.
El comité reveló los criterios propuestos el mes pasado: Se deben considerar para consolidación las escuelas primarias e intermedias con menos de 215 estudiantes el próximo año, así como las escuelas con menos de 275 estudiantes que anticipen perder entre un 8% y 10% de los estudiantes en los próximos años; de igual manera se deben considerar las escuelas chárter independientes que estén teniendo dificultades financieras.
Veintisiete escuelas operadas por el distrito tuvieron menos de 275 estudiantes este pasado año. Como las 19 escuelas en la lista original, la mayoría de las 27 escuelas atienden a poblaciones estudiantiles con más de 90% estudiantes de minorías raciales, y más de un 90% provenientes de hogares de pocos ingresos.
Quince de las 27 escuelas tienen programas TNLI, incluida la Colfax Elementary, donde los padres y defensores tuvieron en abril una manifestación en contra del cierre de la escuela. Varias madres dijeron que viven cerca y caminan con sus hijos a la escuela porque no pueden manejar.
“Me preocupa, porque ¿cómo voy a llevar a mis hijos a otras escuelas?” Esto nos dijo Cecilia Sánchez Pérez, madre de dos estudiantes de Colfax.
Escamilla, del Congress of Hispanic Educators, también asistió a la manifestación.
“Entendemos que DPS está enfrentando decisiones difíciles con respecto a presupuesto y a la reducción en matrícula,” dijo. Sin embargo, agregó: “con demasiada frecuencia estos cambios afectan de manera desproporcionada a las comunidades de raza negra, latina y pobres.”
Si el distrito les quita la designación TNLI a la Colfax y las otras tres escuelas, los defensores temen que los estudiantes se van a quedar sin programas bilingües. Aún con autobuses gratis a una escuela TNLI cercana, las familias van a dudar en dejar las escuelas que conocen y aman.
El Congress of Hispanic Educators también cuestiona las proyecciones de matrícula del distrito y le preocupa que los padres no han sido consultados, dijo Escamilla.
Debido a la resistencia de los padres, Denver acordó mantener la designación TNLI en Colfax, Cheltenham, Traylor y Schmitt. Pero Madan Morrow dijo que la reducción en estudiantes de habla hispana significa que los programas podrían no ser tan robustos.
Menos estudiantes significa cambios en el salón de clase
Muchas de las escuelas TNLI de Denver todavía tienen una matrícula saludable. Pero en las escuelas que no tienen suficientes estudiantes que hablan español en cada grado, el TNLI se ve diferente.
A menudo, dijeron los educadores, las escuelas mezclan dos grados en el mismo salón, algo que no es académicamente ideal ni popular con los padres. O las escuelas combinan estudiantes que hablan español nativo con estudiantes que hablan inglés nativo, una asignación difícil hasta para los maestros de más experiencia.
Kim Ursetta, que enseña preescolar bilingüe en la Traylor, tuvo este pasado año una combinación de estudiantes de inglés nativo y de español nativo por segunda vez en sus 28 años de carrera.
“Es difícil,” dijo ella. “Uno está constantemente saltando de un idioma a otro, y no importa lo que hagas, solamente les podrás enseñar la mitad del tiempo que normalmente tendrías.”
Si combinar estudiantes no es posible, a veces las escuelas ponen estudiantes que hablan español en salones que solo enseñan en inglés y envía a otro salón para aprender ciertas materias en español. Eso puede hacer que los estudiantes se sientan marginados o que se pierdan algunas actividades electivas divertidas.
Esto es algo que Carrie Olson, miembro de la junta escolar que fue maestra bilingüe en Denver por 33 años antes de su elección, vio con sus propios ojos. A Olson le preocupa cómo la reducción en matrícula está afectando los programas TNLI y le ha pedido repetidamente a la junta que hablen del tema.
Madan Morrow dijo que los directores y el personal del distrito están trabajando en planes para el próximo año escolar.
“Sabemos que cualquier cantidad de enseñanza en el idioma nativo es mejor que nada,” dijo ella. “Lo que estamos tratando de determinar en estas cuatro escuelas es, ‘¿qué cantidad es perfecta? ¿Cuánto les podemos dar para que sea beneficioso sin que tengan que estar en un sistema así todo el día?’”
Melanie Asmar es reportera senior de Chalkbeat Colorado y cubre las Escuelas Públicas de Denver. Para comunicarte con Melanie, escríbele a masmar@chalkbeat.org.