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Conforme aumenta la cantidad de migrantes que llegan a diario a Denver, las escuelas están empezando a ver una cantidad significativa de estudiantes nuevos. Y a los educadores les preocupa cómo ayudar a las familias migrantes que alcanzan el límite del apoyo oficial.
En la Escuela de Lenguaje Dual Bryant Webster en Denver, algunos maestros dicen tener salones con 38 estudiantes—una cantidad mucho mayor que el año pasado. Un maestro que evalúa a estudiantes cuya lengua materna no es el inglés ha tenido que evaluar a 60 estudiantes este año, un aumento en comparación con un puñado en años típicos. Y están tratando de ayudar a estudiantes que han vivido experiencias traumáticas, aprendiendo a guiarse en un nuevo país y en un nuevo sistema escolar.
“Trabajas todo el día y solo quieres asegurarte de hacer todo lo posible con los recursos que tienes así que estableces relaciones con los niños, y tienes la conexión con ellos”, dijo Alex Nelson, un maestro de cuarto grado en Byrant Webster. “Luego te enteras de su historia”.
Los estudiantes que llegaron alrededor del comienzo del año escolar y estaban empezando a adaptarse están enfrentando un nuevo obstáculo y una nueva experiencia traumática. Las familias reciben solo 30 días de estadía en un hotel o albergue que la ciudad paga—para las familias que lleguen a partir del 4 de octubre el plazo será de 37 días. Pero luego tienen que encontrar otro lugar para vivir. En una ciudad con alquileres desorbitados donde muchos residentes antiguos también enfrentan dificultades para encontrar vivienda, los recién llegados a veces terminan sin un lugar donde vivir.
La primera vez que una familia migrante con niños en Bryant Webster alcanzó el límite de su cupón de vivienda, los maestros y una pasante de la escuela invirtieron horas llamando a albergues y a cualquier otro lugar imaginable para tratar de encontrar un lugar donde la familia pudiera quedarse. Se encontraron con listas de espera y muchas opciones que no llevaron a nada.
“No sabíamos lo que pasaba después de que el cupón [para la vivienda] se acababa hasta que una de las nuevas familias dijo: ‘Nuestra estadía se acabó y no sabemos a dónde ir esta noche’”, Nelson dijo. “Nunca habíamos estado preparados así que no sabíamos cómo manejarlo”.
La familia terminó yéndose a pasar la noche en un automóvil, aunque Nelson dijo que los representantes del distrito lograron conectar con ellos más tarde esa noche. Sin embargo, Nelson dijo que fue muy difícil para toda la escuela terminar el día así.
Como en la escuelas de la ciudad de Nueva York y otros distritos escolares alrededor del país, los representantes de las escuelas de Denver son de los primeros en recibir solicitudes de ayuda de las familias migrantes. En Denver, algunos maestros apenas empiezan a conectar sus esfuerzos con agencias sin fines de lucro, a través del sindicato de maestros, y con otras organizaciones, pero la coordinación sigue siendo esporádica.
Y hasta cuando trabajan juntos, hay obstáculos intimidantes. Después de la duración limitada de los cupones de vivienda que la ciudad les ofrece a los migrantes, los varios servicios sociales disponibles tienen diferentes reglas que pueden crear confusión sobre lo que pone en peligro o no el estatus legal de los migrantes. Y la posible coincidencia entre la ayuda para migrantes y el apoyo para las personas sin hogar en la ciudad es algo que los funcionarios de Denver están tratando de evitar.
Después de ayudar a la primera familia de Bryant Webster, los maestros se enteraron de que había más familias en la misma situación. Algunas organizaciones están ayudando, pero cada vez que una nueva familia se presenta, a los maestros les preocupa si podrán encontrar ayuda. Por lo menos tres más enfrentan la pérdida de su vivienda este fin de semana.
“Realmente puedes sentir el estrés de los niños. Altera todo”, dijo Cecilia Quintanilla, una maestra de educación temprana en la escuela.
Las escuelas se unen al esfuerzo de Denver de ayudar a los migrantes para que encuentren la estabilidad
En este momento, es difícil saber qué tan generalizado es el aumento de migrantes en las escuelas.
Los representantes del distrito escolar en Denver no respondieron a solicitudes de sus comentarios. Los maestros en Bryant Webster creen que han llegado alrededor de 60 estudiantes migrantes nuevos después del primer día de clases y siguen llegando. Otros distritos escolares en el estado están reportando grandes aumentos de recién llegados, el término que las escuelas usan para hablar sobre estudiantes que están llegando a Estados Unidos provenientes de otros países en los últimos meses.
El Departamento de Educación de Colorado no da seguimiento a esas cifras, y sus representantes dijeron que las escuelas no les han pedido apoyo para lidiar con esos aumentos.
Los representantes de la ciudad de Denver dijeron que hasta la semana pasada la ciudad estaba dando albergue a 456 niños menores de 16 años. La ciudad ha observado hasta 250 migrantes nuevos que llegan por día, pero las cantidades de niños esta semana no están disponibles.
En otra escuela de Denver, Escuela Valdez, la maestra Jessica Dominguez calcula que han recibido alrededor de 20 estudiantes recién llegados este año. Esta semana, se enteraron de una familia que había estado durmiendo afuera después de perder su albergue. Los educadores se quedaron despiertos hasta tarde tratando de encontrarles un lugar donde quedarse y lo lograron. Pero eso no siempre es así.
“Los niños son parte de esto ahora”, dijo. “Eso pone una cara diferente a lo que quizás pensemos es la falta de hogar”.
Dominguez no es la única persona que se siente así. El alcalde de Denver Mike Johnston, un exmaestro, dijo en una conferencia de prensa el jueves que ha visto a niños durmiendo bajo mantas con familias afuera del edificio Wellington Webb de la ciudad mientras esperan a que lleguen los empleados para pedirles ayuda.
“Ningún niño debería estar en ese contexto”, Johnston dijo.
Más temprano ese mismo día, en una centro de admisiones para migrantes en el nordeste de Denver, una cantidad constante de hombres, mujeres y niños llegaron para que los procesaran. El horario oficial es de 8 de la mañana a 5 de la tarde, pero el personal con frecuencia empieza antes y se queda hasta que todos tienen un lugar donde ir.
Algunos de los recién llegados tienen familia en el área de Denver y piden venir aquí o hasta se abren camino por sí solos. Otros se suben en autobuses que vienen de El Paso sin importar su destino y luego necesitan hacer un plan.
Ya hicieron un viaje riesgoso y superaron muchos obstáculos para escapar de situaciones peligrosas en sus países de origen.
Jon Ewing, un vocero con el departamento de Servicios Humanos de Denver, dijo que los recién llegados son inteligentes, habilidosos y bien organizados.
Los empleados de la ciudad obtienen datos básicos sobre los recién llegados, proporcionan información de contacto para servicios sociales relevantes, y los orientan a un albergue. Las personas solas podrían recibir 21 días de albergue gratis, y las familias podían recibir 30 días. Ahora las familias recibirán 37 días de albergue gratis, pero con más personas llegando cada día, las personas solas solo recibirán 14 días. La ciudad no está monitoreando lo que sucede después de eso.
“Treinta días no es mucho tiempo para organizar tu vida, y lo entendemos”, Ewing dijo en una entrevista antes del cambio. “Pero tenemos que mover a la gente. Hay un límite en lo que podemos hacer”.
Ewing dijo que el personal de la ciudad está trabajando para coordinar lo mejor posible las agencias sin fines de lucro, los servicios de la ciudad y el distrito escolar—hay chats de grupos grandes sonando todo el día.
Ewing dijo que la ciudad trata de asegurar que las personas entiendan lo costoso que Denver es para poder tomar decisiones informadas. Pero quizás tengan buenas razones para quedarse aquí.
Ewing dijo que los grupos de migrantes y de personas sin hogar son muy diferentes y enfrentan diferentes desafíos. A los recién llegados nunca los mandan a refugios para personas sin hogar, y muchos de los servicios se proporcionan por diferentes medio para responder a las diversas necesidades de cada grupo.
También hay diferentes fuentes financieras con diferentes reglas, en lo relacionado con proporcionar servicios a ciudadanos y residentes de EE. UU. sin hogar, en comparación con migrantes solicitando asilo u otro estatus migratorio protegido.
Y luego existen las inquietudes legales. Cathy Alderman, directora de comunicaciones y presidenta de políticas públicas en la Coalición para Personas sin Hogar en Colorado, dijo que a organizaciones como la suya también les preocupa que, sin querer, se proporcionen recursos que puedan afectar la habilidad de las personas de obtener un estatus legal. Esta es una preocupación común que escuchan entre los migrantes, y una sobre la cual Alderman y su equipo no tienen suficiente experiencia para manejar.
Sin embargo, Alderman dijo que algunas de las familias migrantes quizás puedan obtener ayuda con la vivienda a través de la coalición, pero cumplir los requisitos toma tiempo.
“El problema es que en este momento tenemos a [muchas personas] en el sistema esperando obtener vivienda”, Alderman dijo. “Ese sistema conecta [a personas] con vivienda basado en vulnerabilidades. Es un proceso. Indudablemente no se mueve rápido”.
Dijo que otro problema para las familias es encontrar vivienda asequible con varias habitaciones. Los cupones para la vivienda a largo plazo, como los de la Sección 8, con frecuencia no cubren una gran parte de los alquileres que la gente quizás encuentre en Denver.
“En Denver específicamente tenemos un cantidad muy, muy, muy mínima de vivienda realmente asequible”, dijo. “Tenemos muchas unidades a precio de mercado y de lujo que están vacías”.
Con todos los desafíos que los estudiantes migrantes y sus familias están enfrentando, los maestros dicen que agradecen que tantas personas estén trabajando para proporcionar ayuda. Pero también desearían estar mejor preparados para ayudar a los estudiantes y las familias que acuden a ellos con preocupaciones tan grandes.
“No tenemos lo que necesitamos para darles la bienvenida a estas familias a la mejor vida que estaban buscando”, Nelson dijo. “Realmente es difícil ver las consecuencias de eso”.
Yesenia Robles es una reportera para Chalkbeat Colorado, cubriendo distritos escolares de kindergarten a 12º grado y la educación multilingüe. Comunícate con Yesenia por correo electrónico a yrobles@chalkbeat.org.
Erica Meltzer, la corresponsal jefa, cubre temas de leyes y políticas educativas y supervisa la cobertura sobre educación de Chalkbeat Colorado. Comunícate con Erica por correo electrónico a emeltzer@chalkbeat.org.