Cuando la maestra Corrie Haynes les preguntó a los estudiantes de preescolar sentados sobre la alfombra verde frente a ella lo que era un pecado, un niño pequeño contestó muy seguro: “Todas las cosas malas que hacemos”.
“Muy bien”, Haynes contestó.
Luego, los 13 niños, la mayoría de ellos vestidos con una camisa tipo polo de color rojo granate o azul y faldas o pantalones oscuros, aprendieron que todos pecamos—hasta los maestros, las mamás y los papás y el pastor de la iglesia—y que aunque Dios odia el pecado, no odia a las personas que cometen pecados.
“Él nos sigue queriendo mucho, hasta cuando pecamos”, Haynes dijo.
Un minuto después, Haynes guio a los niños de 4 años para que cantaran una canción sobre los modales: “Siempre digan ‘gracias’, siempre digan ‘por favor’. Cuando no somos agradecidos, Dios no queda complacido”.
Este tipo de contenido religioso por mucho tiempo se ha integrado en las lecciones de Landmark Preschool, un programa de educación preescolar ubicado en la Iglesia Bautista Landmark en la ciudad de Grand Junction en el oeste de Colorado. Lo que es diferente este año es que las personas que pagan impuestos en el estado están cubriendo los costos—más de $100,000—para que 20 estudiantes en edad preescolar asistan a este programa.
Colorado invitó explícitamente a los preescolares religiosos para que participaran en su nuevo programa de preescolar universal valuado en $322 millones, el cual, a pesar de tener un lanzamiento dificultoso ha sido popular entre las familias. Pero los representantes estatales han enviado mensajes confusos sobre si los preescolares pueden ofrecer una enseñanza religiosa durante el horario de clases financiado por el estado. Antes del lanzamiento, dijeron que se prohibía. Ahora dicen que no, pero que el próximo año quizás se prohíba.
Debates sobre si usar o no fondos públicos para financiar la educación religiosa surgen en un entorno en el que hay presiones conservadoras para desarmar ideas históricas sobre la separación de la iglesia y el estado.
Para participar en el programa preescolar universal de Colorado, los centros preescolares, incluido Landmark, tuvieron que firmar un contrato aceptando cumplir varios requisitos, como que no discriminarían debido a la orientación sexual ni la identidad de género. Ese requisito ahora está sujeto a dos demandas legales—uno de una escuela preescolar cristiana en el Condado de Chaffee y el otro de dos parroquias católicas que administran programas preescolares cerca de Denver.
El contrato que los proveedores firmaron no mencionó la enseñanza religiosa.
Lauren Weber, la directora de Landmark Preschool, dijo que esa enseñanza se “incluye en casi todo lo que hacemos”.
Pero algunos expertos dicen que mezclar el dinero público y la educación religiosa va en contra de los cimientos históricos del país.
“Si el dinero de nuestros contribuyentes está financiando el ejercicio religioso … entonces nos estamos poniendo en una posición [en la que] el estado y la iglesia se enredan de tal forma que los fundadores estaban tratando de evitar”, dijo Kevin Welner, director del Centro Nacional de Políticas Educativas en la Universidad de Colorado en Boulder.
El estado planea limitar las lecciones religiosas en el preescolar universal
Los funcionarios dedicados a la infancia temprana en Colorado propusieron prohibir la enseñanza religiosa en una serie de reglas que planean aprobar la próxima primavera. No se sabe bien en qué situación eso deje a los programas como el de Landmark, en el cual los líderes esperan abrir dos salones más para la enseñanza preescolar universal el año que viene.
Históricamente, los jueces en Estados Unidos han mantenido una separación entre la iglesia y el estado, pero la actual Suprema Corte de EE. UU. emitió un fallo el año pasado diciendo que el estado de Maine no puede excluir a escuelas que ofrecen enseñanza religiosa de un programa estatal que paga por la educación privada.
Michael Bindas, un abogado principal con el Instituto para la Justicia, un despacho legal libertario de interés público, representó a los demandantes en el caso de Maine. Bindas dijo que ese fallo deja en claro que pedirles a las escuelas religiosas que eliminen la enseñanza religiosa durante el horario de clases financiado por el estado equivale a discriminación religiosa.
Si Colorado adopta las reglas propuestas que prohíben la enseñanza religiosa durante el horario de preescolar financiado por el estado, dijo, “sospecho que quedará atrapado en años de litigación”.
A Welner le preocupa que algunas enseñanzas religiosas en programas preescolares estén enviando mensajes dañinos a los niños, como por ejemplo si un niño que está cuestionando su identidad de género asiste a un preescolar religioso.
“Existe algo inquietante, por lo menos para mí, sobre el uso de dinero de los contribuyentes para subsidiar la educación de un niño en un entorno que esencialmente está atacando la identidad de ese niño”, dijo.
Parte de la visión del preescolar universal era que los padres eligieran
Desde el principio, los líderes estatales planearon ofrecer preescolar universal en todo tipo de entornos—en escuelas públicas, en centros religiosos y en hogares autorizados por el estado. La idea era darles a los padres muchas opciones, más de las que se ofrecían en programas estatales anteriores.
Casi 50,000 niños en Colorado, la mayoría de 4 años de edad, están obteniendo una educación preescolar gratis a través del programa de preescolar universal. De los más de 1,900 preescolares que se unieron al programa universal, 39 son religiosos, según datos del estado. En conjunto, atienden a alrededor de 930 niños.
Muchos programas preescolares financiados con fondos públicos permiten que los preescolares religiosos participen siempre y cuando la enseñanza religiosa ocurra durante el horario cubierto por mensualidades privadas.
Colorado también planeó tener ese requisito—pero nunca puso las reglas que limitan la enseñanza religiosa por escrito.
¿Se usará este plan de estudios cristiano en preescolares el próximo año?
Landmark Preschool abrió sus puertas en 2012 y atiende a niños desde bebés hasta en edad preescolar. Cerca de la mitad de ellos son niños con familias de bajos ingresos. Tiene la segunda calificación más alta por la calidad de sus cuidados infantiles según el sistema estatal de cinco niveles.
El programa cuenta con dos salones de preescolar universal, uno que se basa en el juego y otro que es más estructurado, donde enseñan habilidades como la escritura en letra cursiva. Ambos salones usan el plan de estudios Abeka, un plan popular entre las escuelas cristianas y familias que educan a sus hijos en el hogar y que describe a la Biblia como la base de todo aprendizaje.
Actualmente, no hay reglas estatales que rijan los planes de estudios en el preescolar universal, pero representantes estatales planean crear una lista de planes aceptables antes que empiece el segundo año del programa. No se sabe bien cuáles serán los parámetros o si los planes como el de Abeka cumplirán con los requisitos.
Weber, la directora del centro, y Christy Barrows, una administradora en la escuela de kindergarten a 12º grado adyacente a Landmark, dicen que recibieron confirmaciones repetidas de representantes locales del preescolar universal diciendo que su programa y el plan de estudios son aceptables.
“Somos muy abiertos sobre quiénes somos y lo que enseñamos”, Weber dijo. “Les digo a todos [los participantes] de visitas guiadas: ‘Encuentren lo que mejor se adapte a ustedes, y si no es [aquí], está bien‘”.
El centro preescolar acepta a todos los niños, incluidos aquellos con familias LGBTQ, dijo. Pero las decisiones de contratación no son igual de sencillas.
“Tenemos los valores cristianos y la moral y las creencias”, Weber dijo. “Esa [persona contratada] quizás no encaje bien en nuestro centro, porque estaremos enseñando estos valores y si no crees en estos valores, es muy difícil que te contratemos”.
En Landmark Preschool, lecciones sobre la Biblia influyen en la hora de cuentacuentos
Adentro del salón preescolar de Haynes, llegó la hora de contar una historia bíblica sobre la obediencia—específicamente, la obediencia a Dios. Entre pausas para que niños ansiosos se calmaran, Haynes contó la historia de una pequeña niña a quien la robaron de su familia y obligaron a trabajar para el poderoso general Naaman, quien tenía lepra.
“Había enormes llagas por toda la piel de Naaman, y todas estas llagas seguía empeorando y empeorando”, Haynes explicó. Pero la niña intervino para ayudar, sugiriéndole a Naaman que visitara a un profeta.
“La pequeña niña pudo haber dicho: ‘Naaman se merece tener lepra. A mí me robaron de mi hogar y me obligan a trabajar como sirvienta’”, Haynes dijo.
En lugar de eso, “la niña eligió hacer lo correcto y perdonar aunque nadie le dijera que lo hiciera”.
Weber, sentada observando la clase de cerca, está esperando ver qué nuevas reglas los líderes del preescolar universal impondrán y si Abeka formará parte de la lista de planes de estudios aprobados.
“En este momento, está funcionando bien, pero en el futuro, ¿cómo será?” dijo. “Vamos a proceder año con año y ver lo que hacemos”.
Ann Schimke es una reportera principal para Chalkbeat, cubriendo temas sobre la primera infancia y lectoescritura temprana. Comunícate con Ann por correo electrónico a aschimke@chalkbeat.org.
Traducido por Alejandra X. Castañeda