Los planes individuales de educación, que explican cómo una escuela planifica apoyar a un estudiante discapacitado, pueden tener docenas de páginas y estar llenos de lenguaje técnico.
Y en muchos distritos escolares de Colorado, los padres que hablan un idioma que no es inglés no ven una copia del plan de su hijo en el idioma que entienden hasta que se les pide que firmen una versión final legalmente vinculante.
Un proyecto de ley en la legislatura de Colorado cambiaría esta situación, requiriendo que los planes de educación finales se traduzcan, como también lo requiere la ley federal, y permitiendo a los padres pidan ver los borradores de los documentos en su idioma preferido. Otro proyecto de ley separado sobre financiación escolar asignaría $500,000 para compensar los gastos de traducción de los distritos escolares.
Por ley, los padres son parte del equipo que prepara el plan de educación de cada estudiante – conocido como programa individual de educación o IEP, por sus siglas en inglés – junto con los maestros y otros profesionales de la escuela. Y la ley federal requiere que la versión final de un IEP se traduzca a un idioma que los padres puedan entender.
Pero los organizadores de la comunidad y los defensores de los padres dijeron que es demasiado tarde en el proceso para que los padres desempeñen su papel de manera efectiva. Los padres deben ser capaces de entender los borradores de los documentos y la información de las evaluaciones para poder hacer preguntas y dar su opinión a los maestros que trabajan con sus hijos, dijeron ellos.
“Los padres que no hablan inglés están firmando documentos legales que no pueden entender, y no pueden participar en el proceso de toma de decisiones para apoyar a sus hijos”, dijo Natalia Álvarez, organizadora de la Colorado Statewide Parent Coalition que ha trabajado con padres hispanohablantes en el Distrito Escolar del Valle de Boulder para conseguir más traducciones.
Bri Buentello, directora de asuntos gubernamentales del grupo de defensa Stand for Children, fue maestra de educación especial. Dijo que escuchar a los padres era una parte fundamental del proceso del IEP, en particular para los estudiantes con autismo. Los padres podrían aportar información valiosa sobre lo que funciona y no funciona para su hijo, y los padres y maestros podrían colaborar para apoyar el aprendizaje y el comportamiento del estudiante.
“Un IEP no es un buen IEP si los padres no están aportando lo que saben”, dice Buentello.
El Proyecto de Ley 1263 ha sido aprobado por la Cámara de Representantes y por el Senado. El proyecto de ley ha recibido un amplio apoyo bipartidista.
Los representantes demócratas Lorena García y Mary Young están patrocinando el proyecto de ley. García también es directora ejecutiva de la Colorado Statewide Parent Coalition. Young es maestra jubilada de educación especial.
En el distrito de Boulder Valley, los funcionarios ya están implantando gradualmente servicios de traducción para las reuniones de IEP. La Directora de Educación Especial, Michelle Brenner, dijo que antes el distrito ofrecía interpretación de los puntos principales de un plan de educación, pero no les proporcionaba una traducción escrita de los borradores de los IEP ni de las evaluaciones de las capacidades y dificultades de los estudiantes.
El personal de la escuela se encargaba de llamar intérpretes de una lista aprobada y a veces se olvidaba o no encontraba a alguien a tiempo.
Tras escuchar durante varios años de padres y defensores de los derechos de los niños que muchos padres sentían que no podían participar de forma significativa en las reuniones del IEP, el distrito escolar renovó su proceso, empezando por tres escuelas bilingües y expandiéndolo después a todas las escuelas de Lafayette, donde hay una mayor concentración de familias que hablan español.
“Aunque cumplíamos las normas y la ley, al saber que nuestras familias no podían participar de forma significativa quisimos hacer algo al respecto”, dijo Brenner.
Don McGinnis, gerente de servicios de traducción e interpretación del distrito, dijo que esto significaba centralizar el sistema de peticiones para que al personal de la escuela le tomara unos segundos hacer una petición, cambiar los plazos para asegurar que los documentos pudieran traducirse y corregirse con detenimiento, y desarrollar grandes bases de datos de terminología adecuada y lenguaje legal en español.
“Eliminar esas barreras significa que las escuelas están utilizando más los servicios y los padres se sienten más cómodos pidiéndolos”, dijo McGinnis.
Si antes el distrito gastaba $35,000 en servicios de traducción e interpretación, este año espera gastar $100,000.
El distrito también ha tenido capacitación de los maestros para mejorar la comunicación con los padres y ha buscado la opinión de ellos sobre cómo está funcionando el sistema nuevo. Los servicios expandidos son nuevos este año, pero, según Brenner, las escuelas están pidiendo más servicios de traducción e interpretación, lo cual incluye peticiones de interpretación para llamadas telefónicas entre maestros y padres.
McGinnis animó a cualquier distrito que desee expandir la traducción de documentos de educación especial a reunirse con los padres y preguntarles qué ellos necesitan.
“Tienen que averiguar en persona qué necesidades no se están cubriendo”, dijo.
Erica Meltzer es directora de la oficina de redacción, cubre temas de política educativa y supervisa la cobertura educativa de Chalkbeat Colorado. Para comunicarte con Erica, envíale un email a emeltzer@chalkbeat.org.