Actualizado: Problema corregido en la FAFSA abre el formulario para muchas familias inmigrantes
Como muchos estudiantes en su último año de high school, Jocelyn, de 18 años, está tratando de completar su lista de pendientes para aplicar a la universidad.
Hasta ahora, ya envió aplicaciones a 10 universidades. Northeastern University en Chicago y la Universidad de Illinois en Chicago son sus preferidas. Le gustaría estudiar medicina veterinaria y trabajar con animales como sus dos gatos, Strawberry y Copito.
Con la ayuda de su hermano, Jocelyn completó su parte de la solicitud federal para ayuda financiera en alrededor de una hora. Pero ahora no puede hacer más porque su mamá, quien no tiene un número de Seguro Social, no ha podido agregar su información financiera.
El nuevo formulario de la Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes (FAFSA, por sus siglas en inglés) que se lanzó el mes pasado supuestamente iba a facilitar que los estudiantes y sus familias lo completaran. Y de muchas maneras así es: es más corto y saca la información de impuestos directamente del IRS en lugar de pedirles a las familias que la ingresen ellas mismas. El objetivo es que más estudiantes soliciten ayuda y asistan a la universidad.
Pero el formulario se lanzó varios meses después de lo normal, lo cual dejó a muchos estudiantes con menos tiempo para completarlo y a escuelas con dificultades para ayudar a los estudiantes. Además de eso, muchas familias han enfrentado obstáculos. Uno de los mayores problemas ha sido que los padres sin un número de Seguro Social no pueden ingresar su información en este momento, y las soluciones alternativas ofrecidas en años anteriores ya no están disponibles. Es posible que decenas de miles de estudiantes con ciudadanía estadounidense—quienes cumplen requisitos para solicitar ayuda financiera federal sin importar el estatus migratorio de sus padres—se vean afectados.
Representantes federales dicen que el problema está por solucionarse, pero no saben cuándo exactamente. Los defensores de la educación dicen que se necesita actuar con urgencia para resolver el problema ya que algunas universidades distribuyen ayuda financiera por orden de llegada de las aplicaciones.
“Necesitamos estar trabajando día y noche”, dijo Amalia Chamorro, quien dirige el proyecto de políticas educativas para UnidosUS, un grupo de derechos civiles que aboga a favor de mejores oportunidades educativas para los estudiantes latinos. “Nos preocupa que esto sea un obstáculo más, otra barrera, otra manera de que están recibiendo un mensaje de que no importan, de que no se merecen cursar estudios postsecundarios. Ese no es el mensaje que queremos que reciban”. Jocelyn, cuyo apellido Chalkbeat no está compartiendo para no poner en peligro el estatus migratorio de su mamá, se siente estresada. Pero está tratando de mantener el optimismo de que pronto podrá completar este paso en su lista de pendientes.
“No quería enviar el formulario de FAFSA tarde, y ahora voy a tener que esperar”, dijo. “Sé que mis otros amigos ya lo enviaron, y siento que estoy un poco retrasada”.
Por qué algunos estudiantes están trabados con el nuevo formulario de FAFSA
Jocelyn no es la única de sus compañeros de clase con problemas.
Durante una visita a mediados de enero a Kelvyn Park High School en Chicago, solo dos de los 15 estudiantes en su clase que los ayuda prepararse para y aplicar a la universidad habían logrado completar la FAFSA. La escuela atiende mayormente a estudiantes latinos de familias con bajos ingresos, y muchos de ellos serán los primeros en su familia en asistir a la universidad.
Algunos estudiantes tuvieron dificultades cuando intentaron agregar a sus padres como “contribuidores” en la FAFSA, un nuevo paso que requiere que los padres creen una cuenta y verifiquen su identidad. En el pasado, los estudiantes podían completar más fácilmente la sección de sus padres.
Esto ha creado desafíos especialmente para familias que no conocen el proceso para solicitar ayuda financiera, que enfrentan obstáculos con el idioma, o a quienes les preocupa compartir información personal con el gobierno federal.
Cuando los estudiantes son los primeros en su familia en asistir a la universidad, o hay preocupaciones migratorias, “vas a encontrar mucha paranoia, vas a tener muchas ansiedades relacionadas”, dijo Josh Kumm, quien enseña la clase de Jocelyn en colaboración con OneGoal, una organización sin fines de lucro enfocada en el acceso universitario y que trabaja en más de 30 high schools en Chicago.
Breann Sanford, de 18 años, fue una de los afortunados que lograron enviar su solicitud.
Ayudó que su mamá conocía la FAFSA—completó el formulario cuando estudió un par de clases universitarias—y el asesor universitario y profesional de Sanford supo exactamente qué hacer cuando Sanford ingresó por error su dirección electrónica en lugar de la de su mamá una vez.
“Fue una gran ayuda”, Sanford dijo. “Sabía que tenía muchas opciones de apoyo a las que podía acudir si necesitaba ayuda”.
Otros estudiantes tienen dificultades por diferentes razones. Durante la reciente visita a Kelvyn Park High School, Ángel Serrano, de 18 años, dijo que todavía estaba tratando de decirle a su mamá que está aplicando a la universidad y necesita su ayuda con el formulario de asistencia financiera. El momento más adecuado para hacer eso son los miércoles—el único día en que su mamá no está agotada ni trabajando, Serrano dijo.
Otro estudiante en la clase necesita la información financiera de su mamá, pero ya no viven juntos ni están en comunicación.
“Tienes todas estas cosas que te pasan”, Kumm dijo. “No es solo lo socioeconómico, también son las partes socioemocionales de la dinámica familiar … Eso es complicado”.
La ayuda individual es clave, pero algunos problemas de la FAFSA necesitan una solución federal
El apoyo individual ha sido clave para que los estudiantes puedan guiarse por los obstáculos de la FAFSA, aunque los asesores escolares y universitarios han recibido numerosos pedidos de ayuda. A veces la solución es quedarse esperando horas en el teléfono con el Departamento de Educación de EE. UU.—un paso que es imposible para muchos padres que trabajan.
Elve Mitchell, director principal de operaciones programáticas para College Possible en Chicago, una organización enfocada en el acceso universitario que trabaja con media docena de high schools en la ciudad, dijo que una de las cosas principales en la que los asesores de la organización están trabajando es asegurar que los estudiantes y sus padres sepan qué preguntas deben hacer cuando finalmente se conectan por teléfono con una persona del departamento de educación.
Otra manera como el personal y los asesores escolares están tratando de ayudar es al encontrar formas de que los estudiantes trabajen en sus solicitudes, como perfeccionar un ensayo personal o usar una calculadora de ayuda federal para hacer comparaciones aproximadas de los costos universitarios.
Pero para los estudiantes cuyos padres no tienen un número de Seguro Social, no hay mucho que los consejeros escolares puedan hacer en este momento.
Cuando Jocelyn se reunió con el asesor escolar de su escuela esta semana, el consejo fue que siguiera esperando, que siguiera consultando el sitio web del gobierno federal y esperando por “la luz verde para ver qué hacer”.
En el pasado, los padres sin un número de Seguro Social podían ingresar solo ceros y firmar un formulario impreso.
El departamento de educación estableció un nuevo proceso para que estos padres verificaran su identidad a través de una agencia de crédito, pero educadores dicen que no está funcionando sistemáticamente. Algunos padres han tenido que llamar a la línea telefónica de ayuda federal, abrir un caso, y luego compartir documentos que comprueben su identidad.
“Para alguien que es indocumentado, da mucho miedo darle al gobierno federal cualquier documentación”, dijo Tony Petraitis, un especialista en planes de estudios universitarios en las Escuelas Públicas de Chicago que ha estado creando guías útiles con imágenes para apoyar a los consejeros escolares. “Para uno de nuestros [grupos demográficos] más vulnerables, es un problema mayor”.
Aunque la agencia de crédito produzca una identificación correcta, estos padres no pueden compartir información adicional en el formulario de FAFSA hasta que el gobierno federal solucione el problema.
Chamorro, de UnidosUS, espera que los retrasos y las frustraciones adicionales no resulten en que los estudiantes decidan no aplicar a la universidad.
“No queremos que se den por vencidos”, dijo.
Kalyn Belsha es una reportera principal enfocada en la educación a nivel nacional que trabaja desde Chicago. Comunícate con ella por mensaje electrónico a kbelsha@chalkbeat.org.
Traducido por Alejandra X. Castañeda