Acerca de esta serie: Hace cuatro años, los reporteros de Chalkbeat documentaron las historias de estudiantes de primer año de high school que vivían un año crucial a través de llamadas de Zoom y detrás de mascarillas. Estos estudiantes, que vivieron el primer año a distancia, ahora son estudiantes seniors que están por graduarse. ¿Cómo influyó la pandemia en sus vidas en high school? ¿Cómo se desarrollaron sus expectativas durante estos cuatro años formativos? Nos pusimos al día con estos miembros de la clase del 2024 para averiguarlo.
Casandra Sotelo-Rivera estaba haciendo todo lo posible por disfrutar de sus últimas semanas de high school en Denver. Es una lección que dijo haber aprendido durante los días largos de aprendizaje en línea.
“Para mí, una cosa buena que salió de esto fue apreciar el tiempo que se me concede”, dijo Sotelo-Rivera durante un periodo de almuerzo reciente en el Dr. Martin Luther King, Jr. Early College.
“Cuando sucedió lo de COVID, nadie esperaba que se alargara durante tanto tiempo. Entonces, cuando ocurrió, toda la vida se puso en pausa”.
Sotelo-Rivera era una alumna tímida de noveno grado en el año escolar 2020-21, parte de una generación de millones de estudiantes estadounidenses que pasaron un año crucial de sus vidas en aprendizaje a distancia.
Se ha convertido en una integrante comprometida de su comunidad escolar. Tras su graduación, irá a la Universidad Estatal de Colorado(CSU por sus siglas en inglés) en Fort Collins, siendo la primera persona de su familia en irse de casa para ir a la universidad. Mientras se prepara para cruzar el escenario de la graduación, dijo que lleva consigo una serie de lecciones sobre la pandemia que la han formado como estudiante y como persona.
En algunos aspectos, Sotelo-Rivera prosperó en el aprendizaje a distancia. Era más fácil participar en las discusiones de clase como un avatar en una videollamada o un nombre en el chat que como una estudiante presencial, cuyos compañeros giraban sus cabezas hacia ella cuando hablaba. El anonimato tecnológico le permitió asumir riesgos académicos y creativos.
También le ha enseñado la importancia de luchar por sí misma.
“En la formación en línea, era la primera vez que no tenía a alguien que estuviese a mi lado y me guiase a través de todo,” dijo la joven de 18 años. “Me enseñó a aprender por mí misma. Además, como no estábamos en persona, me enseñó sobre la importancia de comunicarse y contactar a mis maestros si necesitaba algo. Y eso es algo que antes no hacía bien”.
Pero también hubo inconvenientes. Cuando cerraron las escuelas en modo presencial en la primavera de su octavo grado, Sotelo-Rivera dijo que dejó de hablar con muchos de sus amigos.
“Me decían, ‘Creía que estabas enojada con nosotros,’” recuerda. “Pasaba horas o días sin hablarles. Estaba tan metida en mi propio mundo.”
Aunque el colegio reabrió sus puertas de modo presencial en el segundo semestre de su noveno grado, Sotelo-Rivera optó por permanecer en línea. No volvió a poner un pie dentro de un aula hasta el décimo curso — e incluso entonces, los estudiantes debían llevar mascarillas y mantener el distanciamiento social. A medida que avanzaba el año escolar y se reducían las restricciones del COVID, Sotelo-Rivera dijo que “era la primera vez que veía las caras de algunos de estos chicos, y fue raro tratar de acostumbrarse.”
“Sinceramente, lo único que me costaba equilibrar era tratar de hacer todas mis actividades extracurriculares y ocuparme de mis amistades a la vez que mantenía buenas notas,” dijo. “Tuve que acostumbrarme a ver a mis amigos todos los días. … Es algo que no sabes que extrañas hasta que vuelves a tenerlo.”
Sotelo-Rivera es una embajadora estudiantil en el consejo de administración del personal de su escuela, en el que discute temas que van desde las renovaciones recientes del edificio hasta cómo aumentar la asistencia de los estudiantes. También forma parte del comité de planificación del último año, que ayudó a planificar el baile de graduación de su escuela en el Acuario de Denver y una barbacoa de fin de curso.
Como es una líder estudiantil, Sotelo-Rivera dijo que un consejero escolar le propuso crear un banco de alimentos y ropa. Su escuela, como muchas otras de Denver, ha recibido este año a un gran número de nuevos estudiantes procedentes de Sudamérica. Ahora, los martes y miércoles, los estudiantes y las familias necesitadas pueden llevarse a casa ropa y alimentos donados, explicó.
Sotelo-Rivera también ayuda a dirigir el club de actividades al aire libre, que trabaja con una organización sin fines de lucro de Denver para llevar a los estudiantes a excursiones como senderismo y escalada en roca. Su excursión favorita fue al Repositorio Nacional de Águilas, en Commerce City, que distribuye plumas de águila a las tribus nativas americanas para que las utilicen con fines religiosos y culturales.
El año que viene quiere especializarse en biología de pesca, fauna silvestre y conservación en la Universidad Estatal de Colorado(CSU por sus siglas en inglés). Un TikTok que vio de un biólogo de la fauna silvestre que realizaba un proyecto de investigación sobre gorilas la inspiró, dijo. Su hermana mayor cursó dos años de universidad, pero Sotelo-Rivera será la primera de su familia en asistir a una universidad de cuatro años y vivir en el campus de la universidad a más de una hora de distancia.
Para hacer más sencilla la transición, Sotelo-Rivera participará en un programa de verano para estudiantes de primera generación. Vivirá en una residencia, asistirá a clases y a sesiones de estudio obligatorias. Se mudará el 9 de junio, sólo 10 días después de graduarse del high school.
“Sinceramente, aunque estoy asustada, sé que es lo correcto”, dijo.
Aunque Sotelo-Rivera dice que todavía se describiría a sí misma como un poco tímida, su autoestima ha crecido en los cuatro años transcurridos desde que era una estudiante de primer año que siempre mantenía la cámara apagada durante las clases.
“Veo una diferencia en mi mentalidad: Si nadie más va a hacerlo, seré yo quien lo haga”.
Traducido por Flavia Melisa Franco.
Melanie Asmar es la corresponsal jefa de Chalkbeat Colorado. Comunícate con Melanie por correo electrónico a masmar@chalkbeat.org.