Es posible que los estudiantes de Colorado tomen mucho menos exámenes estandarizados este año — esto es, si los funcionarios de educación federales firman un acuerdo aprobado el martes en la Asamblea General de Colorado y firmado por el Gob. Jared Polis.
En vez de administrar el grupo completo de exámenes estandarizados que los estudiantes usualmente toman, los funcionarios de educación de Colorado buscarán un permiso para no tener que cumplir los requisitos federales. Si lo logran, este año no habrá exámenes de ciencia ni de estudios sociales, y los estudiantes tomarán un examen de matemáticas o de lectura/escritura, pero no ambos. Los exámenes no se usarán para evaluar el desempeño de los maestros ni para calificar a las escuelas.
Este proyecto de ley representa un acuerdo entre los sindicatos de maestros y distritos escolares, quienes querían cancelar los exámenes por completo, y los grupos de defensores de la educación, que querían que todos los estudiantes tomaran los exámenes de matemáticas y de lectura/escritura.
Los expertos nacionales en el tema de los exámenes dijeron que no saben de ningún otro estado que vaya a seguir la estrategia de Colorado. Y aunque algunos dijeron que este acuerdo proporcionaría suficiente información sobre el desempeño escolar — y quizás del aprendizaje individual de los estudiantes — otros dudan que el gobierno federal lo apruebe.
“El estado de Massachusetts le dará a cada estudiante la mitad de cada uno de los exámenes. Nueva York también está considerando eliminar una parte. Pero que yo sepa, Colorado es el único que está tratando de eliminar el examen completamente en ciertos grados/materias,” escribió en un email Marianne Perie, consultora de exámenes que ha trabajado con varios estados. “Me sorprendería que los federales lo permitan.”
Conseguir ese permiso federal es crítico para Colorado. En una carta enviada en febrero, los más altos funcionarios de educación federales dijeron que los estados deberán administrar los exámenes estandarizados pero ofrecieron flexibilidad para acortar el tamaño de los exámenes o expandir el periodo para tomarlos. Las directrices no mencionaron nada parecido al plan de Colorado.
El proyecto de ley pasó por la Asamblea General en menos de dos semanas. Los legisladores se movieron rápidamente porque la fecha límite para solicitar un permiso está muy cerca, dijo el viernes la Senadora Rachel Zenzinger, auspiciadora del proyecto y presidenta del Comité de Educación del Senado, y demócrata de Arvada.
Los legisladores demócratas originalmente tenían esperanzas de cancelar los exámenes del todo, pero llegaron a un acuerdo cuando quedó claro que tanto la administración de Biden como la de Polis estaban en oposición a ese esfuerzo.
Zenzinger aplaudió a la coalición que respaldó el proyecto de ley, y que incluyó a legisladores republicanos.
“Aparte de qué tan peligroso o impráctico sea administrar este examen, necesitamos de cierta manera limitada incluirlo (el examen) como parte de nuestra solicitud del permiso,” Zenzinger dijo.
Los estudiantes de Colorado típicamente toman exámenes estandarizados de matemáticas y de lectura/escritura en los grados tercero hasta octavo, y también un examen de ciencias o de estudios sociales, dependiendo de su grado. En Colorado, estos exámenes se llaman Colorado Measures of Academic Success, o CMAS.
Si el gobierno federal aprueba el plan de Colorado, los estudiantes en los grados tercero, quinto y séptimo tomarán el examen de lectura/escritura, y los de cuarto, sexto y octavo tomarán el de matemáticas. Los padres tendrían la opción de firmar para que sus hijos no los tomen. Y también podrían optar por que sus hijos tomen ambos.
El Senador Paul Lundeen, republicano de Monument, apoyó firmemente el proyecto de ley durante la sesión del senado el viernes. El acuerdo fue difícil para todos, dijo él, pero también retiene los exámenes para poder medir el aprendizaje de los estudiantes.
“Este proyecto de ley representa lo mejor de ambos mundos,” dijo Lundeen.
Él les pidió a los legisladores que animaran a los padres a pedir que sus hijos tomen ambos exámenes.
“Un niño tiene años de educación académica por venir, y es importante entender dónde están,” dijo él.
Un pequeño número de personas opuestas al proyecto de ley provenientes de ambos lados testificó en la Cámara y el Senado, y dijeron que ellos quieren una de dos cosas: que los exámenes se cancelen completamente o que se continúen sin cambios.
Algunos legisladores tampoco estuvieron de acuerdo. El Senador Bob Rankin, republicano de Carbondale, se opuso al proyecto de ley porque no incluye un examen de inglés en cuarto grado. Colorado está en medio de un esfuerzo más grande para mejorar la enseñanza de lectura, y las interrupciones de este año han causado más preocupación.
El Senador Jeff Bridges, líder de la mayoría y demócrata de Greenwood, dijo que los legisladores encontraron juntos la solución apropiada.
“Este no es el ideal de nadie, sino exactamente lo que Colorado necesita este año,” dijo Bridges.
Los funcionarios de educación del estado esperan presentar la solicitud del permiso esta semana. El Departamento de Educación de Estados Unidos no ha establecido un plazo para contestar las solicitudes. El periodo de exámenes de Colorado comienza la próxima semana.
Las directrices federales no mencionan eliminar materias básicas de grados alternos como una posibilidad, pero un informe sobre métodos de evaluación alternativos preparado a principios de este año por el Center for Assessment para el Council of Chief State School Officers explora la idea.
Hasta ahora Colorado es el primer estado en proponer la eliminación de exámenes en materias básicas, según el Collaborative for Student Success, un grupo de defensa nacional que quiere ver que la mayor cantidad posible de estudiantes tome los exámenes y cree que éstos se pueden usar para dirigir recursos a los estudiantes que necesiten ayuda.
“Tenemos algunas inquietudes en cuanto a si el plan de Colorado podrá lograr eso y estamos observando la situación de cerca,” dijo el grupo en una declaración. “Todavía está por verse si el Departamento de Educación aprobará lo que el estado está pidiendo.”
Joyce Zurkowski, jefa de evaluaciones del Departamento de Educación de Colorado, dijo que las opciones como hacer el examen más corto no son viables en Colorado porque ya el estado acortó bastante los exámenes CMAS en el 2018. Administrar el examen completo en grados alternos dará más datos válidos de qué tan bien los estudiantes están cumpliendo las expectativas académicas.
“Esto es un acuerdo razonable que ojalá resuelva la necesidad de tener datos de los estudiantes y a la misma vez reconocer los muchos, muchos intereses en competencia que las escuelas tienen que cumplir para satisfacer las necesidades académicas, sociales y emocionales de sus estudiantes — y de sus maestros,” dijo ella.
Cómo el estado usa la información dependerá en gran parte de quién participe, dijo Zurkowski, no solamente de cuántos estudiantes, sino también si representan bien todos los trasfondos raciales y étnicos de Colorado, a los discapacitados, y a quieres provienen de hogares bajo el índice de pobreza.
Andrew Ho, profesor y experto en exámenes de la Escuela Graduada de Educación de Harvard, dijo que darles exámenes a los estudiantes en cada materia en años alternos es un balance adecuado entre el deseo de tener información sobre el aprendizaje y el deseo de reducir un poco la carga de dar exámenes.
Una estrategia así proporcionaría suficiente información para saber cuáles escuelas están batallando más ahora que hace dos años, dijo él, lo cual debería ser el propósito principal de los exámenes ahora. Los padres perderían la oportunidad de ver un cuadro más completo sobre el desempeño de sus hijos, pero los que formulan políticas podrían ver dónde se necesita más ayuda.
Ho enfatizó que para tener una idea precisa de eso, los estados necesitan cambiar cómo analizan y reportan los datos de los exámenes, en particular porque el porcentaje de estudiantes que no los tomarán será mayor y decenas de miles de estudiantes no están en los sistemas escolares.
Al mismo tiempo, dijo Ho, Colorado debe determinar cómo resolverá las brechas de aprendizaje identificadas por los exámenes, especialmente con los $1,200 millones en fondos federales que recibirán las escuelas K-12 del estado mediante el último plan de alivio del Congreso por el coronavirus. Las escuelas que estén teniendo dificultades podrían recibir mucho más apoyo financiero.
Sin un plan así, Ho dijo que él no ve el punto de dar exámenes.
“Esta es una situación de ‘o lo aceptas o te callas’ para los defensores de los exámenes educativos,” dijo Ho. “La teoría es convincente y la oportunidad está ahí, pero ellos necesitan un plan porque hay mucha desconfianza.”
El reportero nacional de Chalkbeat Matt Barnum aportó a este reportaje.
Traducción por Milly Suazo.